Hay personas a las que no puedo evitar querer. Por más que me compliquen la vida y por difícil que se me haga a veces, siempre formarán parte de mí. Y si sus piernas fallan, les prestaré las mías, igual que al esfumarse mis ganas llegaron otros que me las regalaron. Porque cuando olvide quién soy, alguien aparecerá para explicarme cómo volver a casa. No puedo elegir por quién me preocupo, tan sólo fiarme de esos ojos que piden abrazos y de esas manos que ofrecen caricias. Me dejo llevar sin importarme si la corriente es marea; fluyo. Quién sabe y quién desea saber si elegimos bien a aquellos por quienes nos preocupamos, esos que se nos cuelan tan adentro hasta perderse en nuestro cuerpo. Arriesgo como hacen todos los inconscientes, lanzando propuestas y permitiendo que quien así lo desee acepte el juego y traspase la puerta, mientras el resto de mundo pasa de largo sin vernos. Y no puedo evitarlo; sé que por mucho que me esfuerce siempre habrá espaldas mojadas y unos cuantos polizones que contra toda lógica terminarán burlando mis defensas.
Mejor suprimir las barreras y luchar cuerpo a cuerpo. Yo tampoco puedo elegir, no sé si es lo más recomendable.
ResponderEliminarHas vuelto y lo celebro.
Maca.
Estoy convencida de que quien apuesta por querer, con locura, con el corazón, con las manos y los labios...lo tiene todo, porque querer es todo, aunque a veces no salga del todo bien, ¿qué más da? Los medio locos e inconscientes tenemos tanto amor...
ResponderEliminarNo te preocupes por los que se cuelen y date a los que quieres con todo tu corazón.
ResponderEliminarBesos.
Afortunados somos los polizones que nos hemos colado. Hay personas de las que resulta imposible regresar,y tú eres una de ellas. Sabes que nosotr@s también te queremos, y además, con gusto, aunque te hagas desear y no vengas a vernos,desarraigada.
ResponderEliminarToño.
Se me olvidaba algo:
ResponderEliminarMoitos bicos e apertas.
Toño, outra vez.
Nos tienes abandonados, Cristina. Recibo avisos de tus entradas por email y hoy cuando lo abrí y vi que habías escrito vine raudo a leerte. No me hagas esperar otros 3 meses hasta tu próxima entrada. Y dicho esto, reflexiono sobre lo que has escrito y has dado en la diana: no podemos elegir a quien querer ni de quienes nos enamoramos. Los sentimientos nos asaltan y a veces nos sorprenden.
ResponderEliminarGracias por mostrarnos siempre tu lado más íntimo.
Un abrazo.
Aléxis.
¡Ohhhhhhhh, qué gusto veros a todos de nuevo! Estoy poco últimamente, es verdad, pero os leo a los que tenéis blog, aunque no comente (llevo mal eso de demostrar que no soy un robot);)
ResponderEliminarBesos y gracias por leerme, por vuestros comentarios y por ese echarme de menos que me arropa.
Lo bueno es amar, meterse de lleno en el universo de los afectos. Este post me ha regalado la idea del post que acabo de colgar, un poco más gamberro.
Toño, no es desarraigo, os quiero y os echo de menos.
Más besos (ou bicos e apertas).
Dicen que tienes que dejar a las personas que te complican la vida, hasta las llaman tóxicas.
ResponderEliminarPero si realmente las quieres, no son reales complicaciones, son solo malos momentos.
Pienso como tú.
Tienes el don de hacerme sentir identificada.
Me encanta volver a verte.
un fuerte abrazo
DE NADA SIRVE DECIR NO SI LOS SENTIMIENTOS NOS LLEVAN A AMAR.
ResponderEliminarILDUARA