Ves a los demás ir y venir, pararse un rato a tu lado y continuar de nuevo su camino. Piensas entonces que ese es el problema de mantenerse demasiado tiempo en el mismo lugar, esperando recibir postales de aquellos que se fueron y llamadas telefónicas en las que te hablan de sitios muy hermosos, de aviones despegando y de estaciones de paso. Te sientas repasando anécdotas, hilvanando retales del pasado, haciéndote creer a ti mismo que el tiempo no ha pasado, por mucho que te hayan caído encima ya unos cuantos años. Y sigues ahí, recibiendo entusiasmada al que regresa y despidiendo entre lágrimas al que se va.
A veces piensas que las vidas ajenas parecen más fáciles, y no es que quieras ser igual que ellos, pero inevitablemente caes en la trampa de creer que la vida suele ser eso que les sucede a otros y que lo tuyo es sólo un ir acumulando días, un girar alrededor de una rotonda esperando a elegir una salida. Pero la idea de que escogerás aquella que te apetezca, en el momento en que te dé la gana, hace que tu expresión se dulcifique, y entonces te relajas y piensas que aquellos otros, en realidad, sólo siguen una autopista sin desvíos que les llevará hasta el terreno seguro donde se acumulan hipotecas, trabajos estables y planes de familia con habitaciones forradas de papel pintado para los niños que pronto llegarán.
Y suspiras, y aunque sabes que tu futuro aún está por definir, sonríes ante la certeza de que serás tú quien decidirá el camino. Tu vida, entonces, te parece una aventura fascinante, llena de incógnitas por despejar, de huecos que llenarás con lo que a ti te satisfaga, aunque estés lejos, muy lejos del redil.
*Fotografía de Gustavo San Miguel.
Que sepas que siempre te leo, aunque no siempre comente. "Alunizar" en tu blog es uno de esos placeres cotidianos que saboreo a conciencia, Cristina.
ResponderEliminarUn abrazo desde mi rotonda.
Aléxis.
Que bien me ha venido leerte Cristina.
ResponderEliminarEres sabia.
Muchas gracias.
Besos.
Sabia o no, lo que sí eres es humana y valiente. Me siento muy identificada siempre con todo lo que escribes.¿Sabiduría? ¿Humildad?
ResponderEliminarSea lo que sea, yo también agradezco leerte.
Un beso.
Maca.
Siempre pensé que los mejores viajes son los que se hacen parado... sentado sobre una piedra y mirando al horizonte, al llegar suave de los dias.
ResponderEliminarQuizá nuestra vida se muestre aburrida y banal... a los ojos de los demás seguro que torna fascinante y divertida.
Me encanto tu reflexión... volver a leerte.
Besos almendrados ;)
:) me gusta mucho...
ResponderEliminarJuan
Me gusta! Te copiaré en algún otro lado (con crédito, por supuesto...)
ResponderEliminarAbrazo
Os doy las gracias por venir y pararos a leerme.
ResponderEliminarJorge, para mí es un halago que pasees mi texto allá por donde quieras...
Un fuerte beso a todos.
Se dan tiempos y bioritmos, hay dias genericos y dias inolvidables.
ResponderEliminarSi la mente se aburre, ejercita el cuerpo.