domingo, 6 de noviembre de 2011
Empezar
Intento sin éxito predecir lo que sucederá cuando las ideas y los proyectos empiecen a descongelarse.
Quiero respuestas a preguntas que todavía no me he atrevido a formular, manejar mis datos sin incógnitas, reducir mi vida a una operación más sencilla, lejos de la lógica matemática que acaso nos impone el destino. La curiosidad ha dejado de ser un punto implantado en mi cerebro y necesita acariciar hechos.La incertidumbre me mueve y me conmueve.
Y aunque amante de los puntos suspensivos, cuando se trata de uno mismo, necesitamos finales para elaborar comienzos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me ha gustado mucho cierto juego literario interno, aparte de su realidad o no -asunto que en este caso me da igual- que tiene esta nueva entrada de tu blog. Muy bien expresado. Aquí solemos decir en expresión popular "¡arrállate un millo!" cuando admitimos que alguien ha acertado, que ha conseguido algo inesperado... ¡Pues eso! Besos.
ResponderEliminarLlega un punto en que se necesita definir para trazar la línea exacta que distinga sueño y realidad.
ResponderEliminarEcho de menos alguno de tus maravillosos relatos cortos, si… esos que retuerces obligándonos a pensar.
Saludos almendrados ;)
Cuantas veces gustaría tener una varita mágica que hiciese la vida sencilla, pero no está mal poder improvisar el momento. Tiene su puntillo.
ResponderEliminarEl empezar es dar un primer paso y los siguientes ya llegan.
Aunque si así lo deseas, si localizo la varita ¡tuya es!
Un abrazo
Me gusta cómo transmites; eres buena, sin duda.
ResponderEliminarÁngel.
Precioso blog... tus relatos cortos me dibujan hermosas sensaciones.
ResponderEliminarGracias por compartirte y dejarnos, brevemente, disfrutar...
Saludos desde Argentina :-)