Antes de recoger mis cosas miro alrededor.
Hay un hombre que pide limosna y una niña que se sube los calcetines con desagrado.
En la fila de atrás, una mujer le dice a un niño que se calle.
Detrás del mostrador, en el puesto de churros, un hombre muy moreno le da vueltas a la masa mientras el aceite hierve.
En la tele, ponen el programa que habían anunciado días antes.
No sé qué pensar cuando todo me da vueltas y compruebo que la vida sigue, mientras estoy encerrado entre paréntesis, deseando que llegue mañana.
Hay un hombre que pide limosna y una niña que se sube los calcetines con desagrado.
En la fila de atrás, una mujer le dice a un niño que se calle.
Detrás del mostrador, en el puesto de churros, un hombre muy moreno le da vueltas a la masa mientras el aceite hierve.
En la tele, ponen el programa que habían anunciado días antes.
No sé qué pensar cuando todo me da vueltas y compruebo que la vida sigue, mientras estoy encerrado entre paréntesis, deseando que llegue mañana.
Estupendo lo que Usted escribe, estimada escritora Requejo García... Atte.: Javier Abril Espinoza
ResponderEliminarGracias por visitarme, Javier, sabes que me alegra mucho verte, tanto por el FB como por aquí. Un beso.
ResponderEliminarsin darnos cuenta, puede pasar la vida.
ResponderEliminar