lunes, 3 de octubre de 2011

A solas




Sentir que aún te queda mucho tiempo para seguir perdiéndolo, que tu respiración se acompasa con una melodía que es sólo tuya, y que cerrar los ojos abra en tu mirada una dimensión al infinito. No escuchar nada más que aquello que lo que tú te cuentas, y que eso sea tan válido como lo que te contaron, sin preocupaciones ni nudos en la garganta. Dejarte llevar y llegar tan lejos en esa perspectiva que hoy te ofrece el mundo.
Y después, ya se verá. Porque a veces, no está de más que nos escuchemos, aunque sea ahogando los gritos de aquello que no deseamos oir.

4 comentarios:

  1. La soledad nos habla, ella nos cuenta. Es necesario dejar a veces d escuchar a los demas para conocernos.
    Precioso
    Ssaludos. (;

    ResponderEliminar
  2. Cuanta belleza, Cristina...
    Maca.

    ResponderEliminar
  3. Pocas líneas para expresar tanto... Tus textos siempre desnudos de artificio; me gustan.
    Mariola.

    ResponderEliminar