Sentir que aún te queda mucho tiempo para seguir perdiéndolo, que tu respiración se acompasa con una melodía que es sólo tuya, y que cerrar los ojos abra en tu mirada una dimensión al infinito. No escuchar nada más que aquello que lo que tú te cuentas, y que eso sea tan válido como lo que te contaron, sin preocupaciones ni nudos en la garganta. Dejarte llevar y llegar tan lejos en esa perspectiva que hoy te ofrece el mundo.
Y después, ya se verá. Porque a veces, no está de más que nos escuchemos, aunque sea ahogando los gritos de aquello que no deseamos oir.
Y después, ya se verá. Porque a veces, no está de más que nos escuchemos, aunque sea ahogando los gritos de aquello que no deseamos oir.
La soledad nos habla, ella nos cuenta. Es necesario dejar a veces d escuchar a los demas para conocernos.
ResponderEliminarPrecioso
Ssaludos. (;
Cuanta belleza, Cristina...
ResponderEliminarMaca.
precioso, Cris....
ResponderEliminarbeso
Pocas líneas para expresar tanto... Tus textos siempre desnudos de artificio; me gustan.
ResponderEliminarMariola.