viernes, 10 de septiembre de 2010

Y ya está


Las cosas pasan, nos guste o no. Pasan y ya está; el tiempo se las lleva al pasado. Me pregunto por qué hay historias que se resisten a viajar hasta allí, historias que se nos atragantan, llenas de nudos, violentas, que se aferran al presente lastimándonos. Siempre intento buscar una explicación para estas cuestiones que me asaltan; nunca suelo encontrarla, aunque elaboro pequeñas teorías que me sirven al menos de manera inmediata. Pienso que cuando dejamos algo a medias o lo zanjamos de un plumazo sin que le haya llegado su hora, algo hacemos mal. Quedan flecos, círculos que no acaban de cerrarse, sensaciones de impotencia, sentimientos contradictorios. Queda alma, un alma que se niega a abandonar el cuerpo. Las historias tienen alma; las historias incompletas se convierten en un alma en pena que vaga por nuestra mente echándonos en cara las piezas que le faltan, esas que decidimos no poner, dejando el puzzle a medias. Por eso se resisten a convertirse en pasado; por eso duelen más, será por eso. O no, pero es mi pequeña teoría.


No me gusta dejar las cosas a medias, eso es todo; pero las cosas pasan. Pasan y ya está.

5 comentarios:

  1. Cierto, lo inacabado queda colgando, por eso a mí me sirve escribir sobre esas historias que no se pueden terminar por sí mismas, intentando cerrarlas.

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  2. ¿Pasan y ya está? No, no pasan, tenlo claro. Lo malo es que el que pasa es el tiempo, pero ellas estarán siempre ahí, y un día, aunque creamos que han pasado, aparecen con la "factura" a pedir explicaciones. Por reso es mejor vivir que abandonar.

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  3. Hummm... lo inacabado no me gusta.Estoy con Mariola, mejor vivir que abandonar, aunque como dice Claudia, escribir ayuda. Rendirse no, mejor seguir (a no ser que no se quiera). Los apegos no forman parte de mi vida, creo que soy un poco desarraigada. Sólo puedo estar si quiero, con quien sea o donde sea. No a la inercia.

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