Salió de casa después de una fuerte discusión.
Cuando dobló la esquina, notó que se deslizaba algo por su cuerpo, hasta llegar a la altura del tobillo; luego, se desprendió y cayó al suelo. Pasaron decenas de coches por encima y quedó pisoteada en un paso de cebra, aunque se recuperó.
Ahora, más selectiva, busca un cuerpo donde instalarse, pero en la ciudad apenas quedan niños.
Cris!
ResponderEliminarTu minicuento me dejó "loca"
buenísimo!!!!
besos
Eva, me gustó tu reacción cuando lo leiste en Facebook, el hecho de que volvieras a él como si fuera una 'asignatura pendiente'. Quizá sea más gratificante para quien escribe un cuento que 'descoloque' al lector, independientemente de que le guste más o menos.
ResponderEliminarMil gracias.
Estoy de acuerdo, lo lograste, me dejaste pensando y volví a buscar la respuesta :)
ResponderEliminarGracias a ti Cris!
Besos
Me
ResponderEliminara encantado el cuento, me ha hecho pensar en el egoismo y la maldad que hoy dia hay por el mundo, luchemos por mejorarlo, entre todos podremos hacerlo un poquito mejor.
Anónimo, gracias por venir y por decir. Luchemos... (y salgamos del anonimato, ¿no?)
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